Anoche salimos a cenar. Me apetecía probar algún lugar nuevo para mí. Estuve buscando por la red y encontré este restaurante. Echando un vistazo a su web la primera impresión aparente fue buena. Las fotos del local, la carta, y la opinión de algún cliente cumplían mis requisitos mínimos para arriesgarme a gastar mi dinero sin saber si compensaría a mi paladar, estómago y sentido de la estética e higiene.
A continuación os doy mi opinión personal totalmente subjetiva. Para información más objetiva y amplia os dejo el enlace a su web, que, dicho sea de paso, bajo mi valoración, me parece excelente en cuanto a contenido y fiel a la realidad que nos podemos encontrar.
BRASSERIE FLO BARCELONA
Jonqueres, 10
08003-Barcelona
Clasificación: Cocina francesa y mediterránea
Ubicación: Está situado en el distrito de Ciutat Vella, bastante cerca de Plaça Catalunya y el Palau de la Música. Como en cualquier sitio de Barcelona hay parkings cerca, ya que poder aparcar gratuitamente en las calles de la ciudad es casi como si te tocara la lotería
El local : El restaurante data de 1982 y ha mantenido su estructura arquitectónica y decorativa desde entonces. Al llegar desde la calle nos encontramos un portal de madera maciza del siglo XVIII y un pasadizo amplio y profundo. A la izquierda del mismo una nevera expositor con mariscos frescos, ostras sobretodo. Al fondo están las puertas grandes acristaladas enmarcadas con madera, entramos al restaurante.
Desde la misma entrada tenemos una vista completa del local. Un espacio cuadrado, muy amplio, dividido a su vez por paneles bajos de madera que delimitan zonas geométricas en las que se sitúan las mesas y algunas columnas. El estilo es señorial.
Desde la misma entrada tenemos una vista completa del local. Un espacio cuadrado, muy amplio, dividido a su vez por paneles bajos de madera que delimitan zonas geométricas en las que se sitúan las mesas y algunas columnas. El estilo es señorial.
La iluminación general está trabajada con luz cálida, lo que le da a todo el espacio un ambiente acogedor que compensa la sensación de espacio abierto. El color general del ambiente es un rosado ligeramente amarillento. El material absoluto en paredes, techos y suelos es la madera. En los techos varias lamparas de araña circulares de gran dimensión con las bombillas a la vista. Las paredes circundantes están decoradas con grandes carteles de época del París del XIX y grandes jarrones, también hay algún busto.
La presentación de las mesas: Hay mesas redondas, cuadras y rectangulares. Los manteles son de color rosa pálido tirando a beig y cuelgan hasta media altura entre la mesa y el suelo. Las sillas son de madera, sencillas, estilo años 40 con el asiento forrado en tela y un fino acolchado. La comodidad de las mismas es correcta. La vajilla es de porcelana color beig y ribeteada con un decorado gaudiniano. En la cubertería no me fijé, posiblemente no había nada que destacar. La cristalería de pie largo pero de copa pequeña para mi gusto, prefiero el vino en copas grandes. Las servilletas las presentan con doblado artístico sobre el plato. En general la presentación de la mesa es totalmente correcta, propia de un restaurante de categoría.
Añado un detalle; pude observar, durante mi cena, el montaje de una de las mesas. La camarera una vez colocados todos los componentes con meticulosidad fue repasando con una servilleta limpia todas las copas y todos los cubiertos, sacándoles brillo y asegurándose de que no hubiera ninguna huella en ellos. Excelente.
Añado un detalle; pude observar, durante mi cena, el montaje de una de las mesas. La camarera una vez colocados todos los componentes con meticulosidad fue repasando con una servilleta limpia todas las copas y todos los cubiertos, sacándoles brillo y asegurándose de que no hubiera ninguna huella en ellos. Excelente.
El servicio: La atención es exquisita, tanto del maître (que para empezar te recibe en la puerta) como de los camareros. El uniforme es el mismo para hombres y mujeres: pantalón negro, camisa blanca y chaleco (negro para los hombres y burdeos para las mujeres). Impolutos y planchados.
Detalles a destacar: El camarero conocía los platos, hice un par de preguntas sobre el contenido de un plato y sobre el nombre de una salsa y respondió con total conocimiento.
Otro detalle es que tienen guardarropía, te recogen el abrigo antes de sentarte y te lo traen a la mesa cuando decides marchar. A las mujeres nos ayudan a ponérnoslo.
La recepción muy buena, te acomodan en la mesa, se esperan a que te sientes y te ajustan la mesa o la silla según la disposición de las mismas.
Otro detalle es que tienen guardarropía, te recogen el abrigo antes de sentarte y te lo traen a la mesa cuando decides marchar. A las mujeres nos ayudan a ponérnoslo.
La recepción muy buena, te acomodan en la mesa, se esperan a que te sientes y te ajustan la mesa o la silla según la disposición de las mismas.
La comida: La carta es amplia. Los precios medios/altos. En estos dos conceptos no voy a profundizar ya que tenéis la información en la web y es muy relativo según el bolsillo de cada uno. Sólo destacar que, aunque la cocina en su orígen era parisina y con el tiempo ha ido derivando a cocina mediterránea, conserva la esencia de la cocina francesa en sus elaboraciones. Delicado tratamiento de las cremas y las salsas.
La calidad de la materia prima, la complejidad en la elaboración de algunos platos, la temperatura al traerlos a la mesa y la presentación me parecieron excelentes, por lo menos en lo que pude comprobar.
Yo pedí la ensalada de alcachofas y langostinos con salsa romesco y el lenguado relleno de espinacas gratinado al cava. De ambos platos os adjunto fotos. Disculpad la mala calidad de las mismas. Me encanta fotografiar los platos en los restaurantes cuando la presentación lo merece pero me da una vergüenza horrible que me vean, así que las hago con el móvil, disimulando, de ahí la mala calidad ya que bloqueo el flash y no puedo trabajar el enfoque con soltura. Según en qué sitio queda bastante hortera hacer fotos, tanto a la comida como a los comensales, (es mi opinión).
Yo pedí la ensalada de alcachofas y langostinos con salsa romesco y el lenguado relleno de espinacas gratinado al cava. De ambos platos os adjunto fotos. Disculpad la mala calidad de las mismas. Me encanta fotografiar los platos en los restaurantes cuando la presentación lo merece pero me da una vergüenza horrible que me vean, así que las hago con el móvil, disimulando, de ahí la mala calidad ya que bloqueo el flash y no puedo trabajar el enfoque con soltura. Según en qué sitio queda bastante hortera hacer fotos, tanto a la comida como a los comensales, (es mi opinión).
Los vinos: La carta es moderada en cuanto a variedad. El servicio del vino perfecto. Servido a la temperatura correcta y rellenado de copas con frecuencia por el camarero (sin gotear el mantel, lo cual también denota categoría y es de agradecer)
Valoración personal : Totalmente recomendable
Algo negativo: El ruido de las impresoras de facturas. Hay varias por todo el espacio del local ( yo detecté 2, por lo menos). Deben ser de las antiguas de inyección de tinta ya que emitían un sonido bastante molesto.
Ventajas puntuales: Actualmente, y no sé hasta cuando, podemos disfrutar de un 50% de descuento si reservamos a través de Réstalo, con el condicionante de pedir mínimo 2 platos cada comensal (un primero y un segundo). La bebida no está incluida en la promoción.
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| Ensalada de alcachofas y langostinos con salsa romesco |
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| Lenguado relleno de espinacas gratinado al cava |
¡Hasta la próxima!
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