¡Ains los hijos! ¡Qué no haríamos por nuestros hijos! ¿Verdad? Y si se trata de agudizar el ingenio para economizar esfuerzo, pues también.
Hace unos cuantos meses me puse a hacer limpieza de armarios y saqué un bolso de tela de mi hija para tirarlo ya que tenía la cremallera rota. Concretamente se le había perdido el tirador (por arte de magia pues ambos extremos estaban firmemente unidos). Paula, al ver que lo iba a tirar, me pidió, por favor, que le cambiara la cremallera pues le tenía mucho aprecio a ese bolso, le era muy práctico y aunque estaba bastante usado no quería deshacerse de él.
No es la primera, ni la segunda, ni la enésima vez que me pide que le haga cambios en la ropa aprovechándose de que sé coser, aunque es algo que detesto, no me gusta nada de nada. En fin, que la solución número uno era descoser toda la cremallera comprar una nueva y volver a coserla. Uf.. demasiado trabajo, había que buscar otra alternativa más rápida y fácil. Mientras surgía alguna idea iban pasando las semanas...
Paralelamente, por esos días también me quise deshacer de algunos zapatos y botas viejas, y mira por donde, al ir a tirar unos botines con cremallera, vi el tirador, asocié el tamaño con el que buscaba para el bolso y se me encendió la bombilla. ¡Ya lo tengo!💡
1 - Cortar parte de la cremallera del botín para sacarle el tirador
2 - Cortar uno de los extremos de la cremallera del bolso para dejar independientes los dos lados de dientes de la misma. Lo hice por el extremo que estaba rematado con una presilla decorativa. El otro extremo estaba cosido directamente al bolso. En caso de haber estado los dos extremos unidos al bolso hubiese descosido cualquiera de los dos lados.
3 - Coger el tirador e introducir primero un lado de la cremallera y seguidamente el otro lado, cuidando que ambos queden dentro de la guía. Para ello es necesario sujetar con la mano los dos extremos a la vez. Es un poco difícil pero con paciencia se consigue.
4 - Una vez unidos los dientes de la cremallera quedará así, (ver foto) un lado más largo que el otro. Descoser el remate embellecedor para sacar el trozo de cremallera que ha quedado dentro.
5 - Cortar el extremo de la cremallera para igualarlo. Así quedará más pulido y será más fácil de coser.
6 - Por último, coser el extremo de la cremallera al remate embellecedor doblándola por los extremos para adaptarla al tamaño del mismo (tal y como estaba originalmente).
¡Y ya tenemos el bolso arreglado! 👏
Este método se puede usar con la cremallera de cualquier prenda. Siempre y cuando los dientes de la cremallera estén bien. Si los dientes están rotos hay que cambiarla entera o directamente desechar la prenda.
¡Hasta la próxima!
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