TRUCO PARA CONSERVAR PEREJIL

Lo odio. Lo odio enormemente, pero cuando toca, toca.
Llevo semanas demorándolo, hasta que ha llegado un momento que tengo tal desbarajuste en mis armarios  que si quiero encontrar algo no me  queda más remedio que poner orden.

¡Ei!, pero que conste que la culpa es del tiempo. ¡Jolines, no se ha decidido hasta ahora!...
Que si frío, que si calor, que si llueve, que si viento... ¡Aclárate, chiquillo! Nos llevas locas entre chaquetas, bikinis, foulards, mangas largas, mangas cortas, gorras, sandalias, botas, zapatos.... ¡Buf, qué caos!

Y cambiando de tema, el otro día el pescadero de la plaza me dio un manojo enorme de perejil. No un manojito como te dan siempre, no, un ¡señor manojo!

Yo toda la vida he visto que mi madre lo ponía en agua y así se le mantenía algunos días. Mi suegra lo guarda en una bolsa en la nevera. Y yo, como yo llevo una vida tan des-rutinada y nunca sé si comeré en casa y si es que sí, si  hacer comida para uno, para dos, para tres, o para no sé cuantos, pues tenía todos los puntos de ir en breve a la basura.  

Lo que hago en estos casos es lo siguiente:

- Lavar  el perejil bajo el agua del grifo.

- Secarlo muy bien.

- Cortarlo finamente.

- Meterlo en un tupper o en bolsas de congelador.  

- Congelarlo.

Así tengo perejil listo para usar en cualquier momento. 

- Si es para añadir a comidas se puede echar directamente sin descongelar

- Si es para decorar platos ya terminados quedará más bonito si previamente lo pones a descongelar a temperatura ambiente sobre un papel absorbente.
  

Queda como recién cortado. Mantiene su aroma, color y frescura. 

Me voy a ver si arreglo los armarios... 😖