El amor, ese sentimiento que no entiende de tiempo, ni de circunstancias, ni de distancias. Que tiene mil colores distintos; el de la familia, el de los amigos, el de los animales, el de esa cara que ves cada mañana en el espejo y el de la persona que eliges para compartir tu vida.
Un ente caprichoso que viene y va. Unas veces etéreo, otras eterno.
Hace dos años fui testigo del comienzo de una bonita historia de amor que empezó a 12.600 kilómetros de aquí. Y hace un par de días, de nuevo fui testigo de la culminación de ese proceso con el enlace oficial, la boda de mi querida amiga.
En aquel momento vi dibujado el concepto gráfico de estar enamorado. Estaba plasmado en sus rostros.
¡Ay, el amor!... Ese bichito al que le gusta jugar al escondite. No lo busques, verás que cuando menos te lo esperes vendrá a llamar tu atención.💘
¡Hasta la próxima!
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